La versatilidad que me engalana
es néctar de la flor de la cayena,
semeja a dulce miel de la colmena,
orquídea fiel que al cedro se le hilvana.
Es como este terruño y su alba grana,
de costas y de playas y de arena
de selvas que semejan gracia plena
de selvas, cordilleras y sabana.
Por ende, soy alegre y taciturno,
soy cobarde, valiente y precavido:
¡me creo el rey de toda paradoja!.
Por eso es; en mi piel de claro alburno,
que llevo como sello padecido
la versatilidad que hoy me acongoja.
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